SOMBRA, LUZ, SIN CONSUELO
De hecho que en mi camino te pusieron
Aquel día tan soleado.
Me tragué la saliva al verte. Y no supieron
Que de ti me enamoré, y ahora sueño en mi almohada.
Y en instantes el infierno crucé
Para llegar a esa ilusión.
Mas al llegar a tu lado pensé
Que sería olvidar otro corazón.
Otro amor que todo lo entregué
A esa alma que así como así
No la puedo borrar, pues tanto la amé
Que aún corre tormentosamente en mí.
Pero que ahora que estás presente
Mis pupilas de ti no se quieren apartar
Y el corazón herido llora por la ausente,
Pues porque mentirte, ella está viva en mi pensar.
Mas viéndote siento vivir,
Y al alejarse siento morir. Pero que será
Lo que tienes, que te puedo sentir
Dentro mío. Y al alma de las almas que nunca de mí escapará.
Autor: Luís Alberto Piñares Salas.
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